Corrían los primeros días de enero de 2020 y en Chile y Latinoamérica los expertos comenzaban a hablar de un virus respiratorio denominado Coronavirus que causaba estragos en la ciudad de Wuhan China. Ahí fue donde se diagnosticó el primer caso, aún se desconoce a ciencia cierta cómo se produjo la contaminación, pero lo cierto, es que era el comienzo de un año difícil para el mundo.

Cuando en nuestro país comenzábamos a tener más antecedentes, aún llevábamos una vida normal, alejados de las mascarillas y el distanciamiento físico. En ese momento, veíamos un virus muy lejano que nunca pensamos que iba a llegar a nuestro país.

Pero el 3 de marzo, el exministro de Salud, Dr. Jaime Mañalich, confirmó el primer contagio de COVID-19. Se trataba de un coterráneo que tenía antecedentes de viaje por distintos lugares del sudeste asiático.

Sin embargo, nuestro Ministerio de Salud se preparaba para todo lo que pudiera venir y, en Magallanes también comenzábamos a preparar nuestra estrategia.

Antes de que se diagnosticara el primer caso, como Servicio de Salud decidimos reunirnos con los principales establecimientos de Punta Arenas. En esa reunión participaron, los directivos del Hospital Clínico Magallanes (HCM), Hospital de las Fuerzas Armadas y Clínica RedSalud Magallanes; así definimos la Red Integrada COVID-19 y el Hospital Clínico, se convirtió en el centro de referencia de la región más austral del país para atender a este tipo de pacientes, mientras que los otros establecimientos iban a dar respuesta a usuarios con otros requerimientos.

En un principio, debemos recordar que el HCM contaba con sólo 6 camas en la Unidad de Cuidados Intensivos que pudimos aumentar a 24. Ahí debimos complejizar 18 camas de Unidad de Tratamiento Intermedio para dar respuesta a nuestros usuarios. Luego, con el pasar de los meses, debido a la falta de recurso humano especializado disminuimos a quince camas, pero ahora, con esfuerzo y organización pudimos volver a 21 camas UCI.

Con el correr de los meses también se nos fueron sumando otros desafíos y pudimos responder. Magallanes no contaba con un laboratorio de Biología Molecular y el CADI-UMAG comenzó a analizar sus primeras muestras a fines de marzo.

Luego incorporamos el laboratorio del Hospital Clínico de Magallanes y Hospital de Puerto Natales, efectuando recientemente la incorporación de un cuarto laboratorio que nos entrega total autonomía, al permitir procesar diariamente más de 1.160 muestras de PCR, con entrega de resultados en 24 horas.

También destacar el aporte del Consejo Regional de Magallanes, que a través de un proyecto permitió la adquisición de equipos, equipamientos y elementos de protección personal.

Además de eso contamos con la ayuda de más de 150 profesionales de otras zonas del país, que llegaron a la región para aportar con su experiencia en la Unidad de Paciente Crítico del Hospital Clínico; considerar también la gestión realiza en Recursos Humanos para garantizar las atenciones en el resto de los establecimientos cuando la pandemia afecta directamente a nuestros funcionarios.

A un año de aquel 17 de marzo de 2020, cuando anunciamos el primer caso, aún seguimos trabajando para garantizar el acceso a atención de salud a todos nuestros usuarios. Los casos de Coronavirus han disminuido, pero nuestra ocupación de camas críticas se mantiene, aumentando los casos por otro tipo de patología.

Como director de Servicio, no me queda más que seguir transmitiendo un mensaje de fuerza y esperanza a todos los magallánicos y agradecer sinceramente el gran compromiso demostrado por los trabajadores de salud de nuestra región.

Debemos seguir cuidándonos entre todos, utilizar los elementos de protección personal, evitar las reuniones sociales y salidas nocturnas, solo así podremos seguir adelante.