Menú Principal
11 de julio de 2021

Nuevo Aniversario CESFAM 18 de Septiembre en medio de la pandemia por COVID-19

Es la segunda vez que la contingencia por la pandemia COVID 19, ha impedido al equipo de salud, celebrar un nuevo aniversario del establecimiento. En el tiempo transcurrido, resguardando a la población de los contagios de este peligroso virus, el personal se ha mantenido separado, dividido en equipos y en turnos, con casi nulas posibilidades de re-encuentro. Por eso hoy, 10 de julio, es una fecha especialmente emotiva, que nos invita a recordar la historia de vida institucional y las personas que forjaron su identidad, como único homenaje a este, nuestro segundo hogar.

Los orígenes del establecimiento se remontan a la década del 60, cuando se construyó el entonces, Policlínico 18 de Septiembre. No hay claridad en la fecha en que inició la atención, ya que aquellas que se comentan, se han heredado de las generaciones que nos han precedido. La recopilación se basa en relatos de los primeros habitantes del sector y de los primeros funcionarios y también, de algunas crónicas en diarios de la época. Pero aún sin haber coincidencias, cada 10 de julio, celebramos a esos pioneros del barrio, que lucharon por una posta de salud y dieron el puntapié inicial para su construcción. Esta historia se entrelaza, también, con el Regimiento Pudeto, el Rotary Club y el Servicio de Salud, quienes son también, responsables de la instauración del primer recinto de salud del Barrio 18 de Septiembre. Este día nos invita a recordar aquel primer edificio de madera, con su característico color azul, emplazado en el mismo lugar de hoy, Mateo de Toro y Zambrano Nº 1893.

El primer edificio tenía un fin comunitario para sus gestores, y a inicios de los 90, aún se compartía con el Centro de Madres del sector. Para entonces, contaba con un equipo pequeño de funcionarios para una comunidad igualmente reducida. El trabajo social era difícil, ya que se debía lidiar con carencias de vivienda, servicios básicos y saneamiento ambiental. Abundaban los oficios y la inestabilidad laboral. Recién había comenzado a habitarse la actual Población Juan Pablo II y los sectores colindantes. La mayoría de las viviendas eran autoconstruidas, con fachadas chilotas que reflejaban el origen de sus primeros ocupantes y que aún pueden encontrarse al recorrer las calles. Luego, la modernidad alcanzó a todos, con la misma velocidad. Empezaron a construirse nuevas poblaciones y a expandirse el territorio habitado. En el año 1996, se terminó de construir el actual edificio del Centro de Salud Familiar o CESFAM 18 de Septiembre, como se le conoce, en respuesta al rápido aumento del personal y de la población usuaria. Se integraron nuevas profesiones: kinesiólogo, psicólogo, educadora de párvulos, fonoaudiólogo, terapeuta ocupacional y variados programas de apoyo, para la tarea de promover la salud y prevenir enfermedades crónicas.

En relación con este personal de salud, hoy recordamos con cariño a quienes ya han partido de este mundo, funcionarios y funcionarias que entregaron su vida al servicio: Sra. Tina, Don Agustín, Sra. Hilda, Sra. Elsa, Don José, Sra. Violeta, y quienes fueron sus Directores, Alejandro e Ida (que descansen en paz). Otros se han acogido a retiro. Se han ido renovando los equipos de trabajo con la incorporación de nuevo recurso humano y las generaciones más antiguas están sumándose al proceso de jubilación. Un número importante ha pasado por el servicio por un tiempo más breve, haciendo escuela del día a día.

Este mes de julio nos encuentra viviendo momentos cruciales, pero igualmente encantados, asumiendo nuevos desafíos como el trabajo telemático, las reuniones virtuales, la incorporación de migrantes internacionales a la comunidad usuaria, la integración del programa de medicina intercultural PESPI y el trabajo domiciliario del programa Punta Arenas Te Cuida. Nos encuentra ejerciendo nuestras funciones con responsabilidad y compromiso, sabiendo lo primordial de nuestro trabajo en el cuidado de la salud comunitaria, en condiciones anormalmente difíciles. Pero, sobre todo, con mucho orgullo por integrar el equipo de salud de un establecimiento con una rica historia de empuje y coraje, mancomunando esfuerzos con su población usuaria en el cuidado propio, de sus familias y de su entorno. ¡Feliz aniversario!

FUENTE: Asistente Social Sandra Montiel Ojeda.